ANADEL
Idílico paisaje y buena comida
Este maravillosos valle tiene algo de mágico, lo notareis si os acercais a descubrir estos parajes de la Sierra de Gúdar. Me encanta con nieve, y ahora en junio que este año todavía no ha terminado de llegar la primavera, los campos están coloreados de un intenso verde y las vacas y los caballos pastan a sus anchas, una preciosidad.
En este hotel rodeado de naturaleza y a un paso de las pistas de Valdelinares, estuve alojada en un par de ocasiones hace años, estuvo una temporada cerrado, y se renovó meses atrás, dispone de nueve habitaciones y de una deliciosa chimenea redonda en el bar.
El restaurante ofrece una decoración moderna y atractiva, un fantástico servicio y una agradable música que hacen la comida muy placentera.
Tuve la ocasión de probar el menú: una deliciosa crema de espárragos verdes, hojaldre con morcilla y ajo aceite de miel, arroz del día o carne, y unos conseguidos postres caseros.
El arroz, dados los fríos vientos de esta temporada primaveral, sigue siendo el del menú invernal, un arriesgado caldero de arroz con sobrasada y longanizas, ideal para reanimarte, y la tarta de queso con toffee, para chuparte los dedos.
Un sitio en el que repetiré sin duda.
Han pasado varios meses, y como dije repetí. Advertir de que hay nuevo cocinero, este de Burgos, y se nota, han renovado la carta y su mejor menú hace honores a su tierra: morcilla de Burgos de entretenimiento, sopa castellana, y un delicioso lechazo de Aranda DO con una refrescante ensalada, para terminar tartas caseras (escasa la ración de tarta de queso, seguro se les acababa, pero pueden completar con otra), en fin un recomendable menú por 25 euros con el vino de la casa.
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