Alfonso Moure
Carne de primera
Cuando llegué a Belgrado ya me advirtieron que iba a disfrutar al máximo la comida, y que la carne (algo que me encanta) me iba a flipar. Hoy hemos ido a este típico restaurante, y nada más entrar quedé impresionado por la decoración, la música, y por el aroma a carne que impregnaba el aire.
Pedí simplemente lo que podemos llamar "carne de ternera con patatas". El sabor es excepcional, y la carne es súmamente suave, blanda y delicada, prácticamente se deshace sola en la boca.
La carne se prepara sobre una bandeja que se tapa con una campana de metal, sobre la que se amontonan brasas calientes. El resultado es una carne muy jugosa y que no pierde nada de su sabor y jugo interior.
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