Escuela hípica y de equitación
Cerca del Castillo, bordeando el conjunto abaluartado, se encuentra el revellín de Ntra. Sra de las Brotas, del siglo XVII. A lo largo de su historia ha tenido diferentes usos: originariamente funcionó como tren de artillería, donde existían numerosas forjas para la manufactura y reparación del equipamiento de guerra. En el siglo XVIII funcionó también como cuartel del destacamento de artillería, y más tarde como fábrica de pan.
En el siglo XIX cayó en ruinas, y ahora ha sido reconstruido y adaptado como picadero de caballos y escuela de equitación. Cuenta con unas completas cuadras, establos y todo tipo de instalaciones para la práctica del arte ecuestre, tanto en sala como al aire libre.