El Paseo Fluvial en la desembocadura...
El Paseo Fluvial en la desembocadura del río Guadalete es una de las zonas turísticas más importantes de Andalucía. Del antiguo muelles de las galeras queda poco, tan sólo el Vaporcito, un pantalón y un montón de pequeñas barcazas marineras. Las instalaciones portuarias se han trasladado al otro lado del río, quedando la zona urbana para ocio y disfrute.
Nada más entrar en la población por una rotonda dedicada a la navegación por estrellas se pasa junto al convento del Espíritu Santo. Varios metros más allá hay un aparcamiento al aire libre a la derecha y varios restaurantes famosos a mano derecha.
Por detrás de la acera urbana hay una calle de soportales, más antigua que la anterior. Al principio de la parte ajardinada había un parque infantil que se ha desmantelado. Junto a esta zona arenosa hay un espacio dedicado a kartings infantiles. Luego los jardines dan paso a una zona pavimentada con palmeras y otras especies a ambos lados. En esta zona se suelen instalar casetas de madera para ferias de artesanía, ferias del libro y todo tipo de eventos. La parte final está dedicada a diversas atracciones de feria y a un restaurante.
Junto a este paseo, la orilla del río, está dedicada a aparcamiento público. Se entra por la parte final de la Ribera, aunque en horas puntas siempre está lleno. En esta parte final se halla la fuente donde repostaban agua los barcos, un par de restaurantes dentro de la Ribera y el muellecito del Adriano III, el vaporcito que cubre la ruta El Puerto-Cádiz a un precio módico. Unos trescientos metros más allá está el muelle del Ferry que realiza el mismo recorrido. A unos cincuenta metros del muelle del Vaporcito está la Oficina de Turismo.
El marisco ha terminado por cambiarle el nombre a esta vía, siempre conocida como Ribera del Río. La inmensa mayoría de los restaurantes ofrecen marisco y pescados de río, pero existen otras opciones desde asados castellanos a chinos, pasando por comida rápida, mexicanos, pubs o un restaurante leonés.
Conozco bien este paseo porque he ido muchas veces con mi hijo a pasearlo en las atracciones. En una de ellas, la primera, se solía montar de pequeño, costaban mil pesetas siete viajes. Luego le dio por montarse en los cochecitos. Aparcar el coche me costaba cien pesetas, ahora casi lo mismo pero en euros, sin límite de tiempo. El lugar es muy bonito pero las edificaciones privadas, las que no son negocios, están en bastante mal estado y el río necesita una limpieza a fondo.


