La ola de una cuerda
El río Doubs a su paso por la localidad de Besançon, es una auténtica pasada. Protegido por una muralla de la ciudad, estar en sus orillas es como estar en un lugar apartado en el bosque, fuera de la ciudad, con un río que corre tan despacio, que casi puedes nadar como en la playa..., por Dios que lo hice! Busqué una orilla con arenita y allí me zambullí. El día era caluroso, invitaba al baño, aunque tengo que ser honesto..., no duré ni 5 minutos dentro del agua, estaba congelada! Bueno, al menos para mi, acostumbrado al tibio mar Mediterráneo de la Costa Blanca alicantina. El día fue perfecto, el lugar hermosísimo y como digo muchas veces, suficiente para mis ojos! Que bonito en Besançon y el río que lo rodea.., algo único...! Os lo recomiendo a todos "minuberos".
