Un paseo en paz, libertad y aire puro!!!
Continué mi recorrida por Besalú paseando por las empedradas callejuelas del medieval núcleo urbano de la ciudad, rodeando la “Muralla del Portalet” cuyo recordatorio nos recuerda la preexistencia de un pórtico en la muralla que lindaba con un camino y el río y que recibiera en su momento diferentes nombres.
Traspuse un arco pequeño, otro tramo de muralla, descendí por unas escaleras y anduve por un puentecito hasta encontrarme con una vista hermosísima y una paz incalculable. Allí estaba el río discurriendo entre las piedras y rodeado de juncos y árboles y de frente como en una estampa el famoso puente de Besalú con sus arcos y sus torres impecables y como “detenido” en el tiempo. A sus mansas orillas alguna persona sentada mirando pensativamente el horizonte.
El agua discurría entre zanjas y canaletas orladas de verde, algunos manchones amarillos mostraban las huellas de los que llegaban a pescar y se marchaban, pequeñas pasarelas uniendo una orilla con la otra donde el río se bifurcaba. Mucho sol, mucho verde, mucha calma, algunas casitas se divisaban a lo lejos en las montañosas laderas. Alguna silla olvidada allí o puesta con gracias para el cansado caminante y se puede ver desde allí la terraza cercada y los bancos de madera del que supuse era el final del camino literario.