Una pena que quede tan poco...
En la calle Trabuco, muy cerca de la plaza del mismo nombre, se pueden ver las ruinas de un antiguo castillo del siglo XIII. Además de parte de sus murallas, se conservan sus torres.
Es una pena que quede tan poco de la antigua muralla árabe y de la posterior muralla cristiana, así como del castillo. Forma parte también de estas ruinas el arco de Bezudo, una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad amurallada. La UNESCO declaró esta zona de Cuenca Patrimonio de la Humanidad en 1996.