Hotel Sabaidee Guesthouse

Después de una entretenida y pintoresca ruta de camino a Laksao, llegamos a este curioso alojamiento en el pequeño pueblo de Thalang. Sus pequeñas casitas y el acogedor recibimiento de su dueño, Mr. Phaythoun, hacían de este sitio una morada perfecta para descansar del recorrido en moto.

En medio de la ruta 8b, con un bonito atardecer de fondo y una beerlao bien fría, disfrutábamos viendo a nuestros amigos laosianos jugando al petang (petanca). Comimos muy bien y los precios eran realmente económicos.

Un buen sitio para hacer noche, charlar con otros viajeros y disfrutar de la compañía de los lugareños, amigos de Mr.

Tranquilo, rodeado de paz y naturaleza. Sus dueños muy atentos en todo momento. La comida Tailandesa 100% buenísima, como en pocos sitios hemos probado.

Piscina tranquila y relajante. En resumen, un sitio para repetir por un precio muy asequible.