Monumento de mediados del siglo XX...
Monumento de mediados del siglo XX realizado por el escultor isleño Antonio Bey Olvera, autor de gran número de imágenes sacras y que se caracterizó por su estilo personal de naturalismo y expresionismo.
Este monumento fue ubicado en la cabecera del Paseo General Lobo, mirando hacia el mar. Da la impresión visual de estar muy alto, conforme a la costumbre de situar los Corazones de Jesús a una gran altura. En este caso el artista ha diseñado un podio con escaleras y barandillas sobre el cual ha situado un monolito.
Si por algo llama la atención la figura de este Cristo es por su naturalismo, lejos de la seriedad hierática de otros Corazones que han hecho de la rigidez su forma de ser. Esta talla isleña, aún con la postura típica de estas imágenes, da la impresión de un Cristo en movimiento. Ya una observación más minuciosa permite descubrir rasgos de emoción en el rostro de la figura, de una gran expresividad.