Sagres es un pueblo del algarve portugués que tiene fama por su fuerte viento y oleaje. Si vas a visitarlo te darás cuenta de que, si no es verano, está totalmente vacío salvo por algún surfero que ande por allí. Es un poco incómodo por el viento contínuo, pero sin duda el paisaje merece la pena, lleno de playas y acantilados.
Hay un único supermercado! Salvo la cerveza (Sagres, bien buena que está), todo es caro.
Coqueta Ciudad del Alentejo Portugues, con no más de 2.000 ciudadanos. En otra época fue una de los más importantes lugares de esta zona hasta el punto de que Enrique el Navegante creo allí una escuela de Navegacion, pionera en investigaciones que tiempo despues ayudaron al descubrimiento de las Americas. Actualmente es una villa turística por sus playas y acantilados y por sus vientos, paraiso de los surfistas. Relajante Atardecer en la Punta de la Atalaia observando el atraque de lo que en otra época podría ser un barco pirata.
En un principio íbamos con la intención de ver la Fortaleza de Sagres, de la que habíamos oído hablar muy bien, y nos vimos sorprendidos con las maravillosas vistas al Océano Atlántico en conjunto con los acantilados. A pesar de lo nublado y el viento pudimos disfrutar de la visita, ambas la Fortaleza y sus alrededores.
Para todo apasionado del surf o que tenga ganas de aprender. Para disfrutar del baño te tiene que gustar el agua fresca, pero con neopreno no hay ningún problema para disfrutar del deporte en el agua.
Nos quedamos pequeños en este gran paraíso. Sagres nos ofrece un rincón mágico y con mucha historia. Playas semidesiertas abrazadas por grandes acantilados nos dan la bienvenida en este paraíso del sur de portugal.
Famosa localidad del Algarve portugués. Buenas playas para la práctica del surf y windsurf. Buenos restaurantes para probar los mejores pescados de la zona.
Tanto Sagres como el cabo de San Vicente, son lugares espectaculares para fotografíar.
Es un pueblo pequeño, con buenas calas escondidas y cerca del faro de San Vicente.
Preciosas playas y acantilados, buena comida y además tiene el faro del cabo San Vicente y la fortaleza para visitar.
Un pueblo precioso con muy buen rollo.
