Saint-Suliac

Allí donde muere el río Rance se encuentra el magnífico estuario del mismo nombre. Un estuario lleno de color y vida, que refleja en sus aguas, uno de los mayores patrimonios arquitectónicos religiosos de esta región. Su brazo de mar, se sumerge y aparece en la superficie según suba o baje la marea. Una fuerza que empuja y hace vivir los puertos de la zona. Puertecitos con poco movimiento, donde las algas cubren las escaleras y pasamanos, testigos del paso del tiempo. Saint-Suliac, con sus iglesias y zona histórica, con sus ‘ruettes’, calles estrechísimas donde perderse. Tan estrechas, que no dejan