Sala de Despiece

Me ha encantado, un 8/10. ¿Lo mejor? Sin duda el servicio. Es decir, si a un sitio tan pequeño (casi agobiante), no le añades un gran servicio, estás perdido. Y, en este caso, se trata de un equipo entregado al cliente, con ganas de agradar y rápidos, muy rápidos (clave esta para la continua rotación).

La comida, también nos encantó. Todo muy cuidado y casi siempre platos en los que el comensal tiene que aportar. Boquerones con salsa de mango buenísimos, carne muy rica, pulpo perfecto y erizo súper original. Y de beber, cervezas La Virgen, mi favorita.

Perfecto para comer algo rápido, de calidad extrema y disfrutar de toda una experiencia gastronómica.

Podría ser un sitio de tapas en cuanto a concepto pero es mucho más. La temática gira en torno a las salas de despiece. Cada plato viene servido en bandeja con papel. En ocasiones los alimentos vienen en crudo y los terminan de preparar delante de ti para explicarte cada detalle.

El servicio es muy cuidado y amable. Siempre pendiente y personalizado para cada cliente.

Nosotros probamos los platos estrella: boquerones, pez limón y carpaccio de buey. Ademas, no pudimos

Me habían hablado muy bien de este sitio y la verdad que merece la pena una visita. Ya había intentado ir un par de veces y las dos nos tuvimos que ir de lleno que estaba, esta vez decidimos ir por la mañana, abren a la 13h y a las 13,15 ya estábamos.

La carta es muy amplia, unos 30 platos. Nosotros pedimos una panceta y pulpo a la brasa. Todo buenísimo, si es la primera vez que vas te explican como tienes que comer los platos. El pulpo no tenía ningún misterio, pero la panceta la tenías que enrollar con el higo y el foie.

Si estáis por la zona no dejéis de ir, eso si, siempre

Decepcionante y caro:

Después de mucho esperar y cenar entre apretones, empujones, ruido y de pie, el resultado ha sido una cena carisima y hemos salido muertos de hambre.

La sepia estaba malisima, el tartar era un kit de lego xa hacertelo tu mismo y minúsculo y los boquerones sino es x la salsa que los acompañaba no sabían a nada.

No entiendo que tenga tanto auge.

Ni la barbie queda satisfecha con esa cena.

Un sitio diferente.

No solo por su particular decoración, sino por el servicio, que te prepara los platos incluso tras servirlos y por los sabores, nuevos uno tras otro.
Un lugar ideal para tener una nueva experiencia gastronómica en la muy de moda calle Ponzano.

Desde la experiencia donde el chef te incluye en primera persona en la preparación de el plato hasta la elección de los ingredientes. El servicio es excelente. Recomendadísimo

Sala de Despiece se ha convertido en uno de los restaurantes más de moda en Madrid, por eso siempre esta hasta arriba. Os recomiendo que vayáis pronto para coger sitio ya que no aceptan reserva.

La decoración del local te hace sentir estar en una sala de despiece. Solo hay una mesa en todo el local, muy larga y con pocos taburetes, con lo que seguro que te toca comer o cenar de pie. Las raciones las sirven sobre un papel de estraza.

No reservan, se come en barra.

Parece que estás comiendo en la sala de desguace de un matadero, resulta divertido. Se come bien. Mucha gente joven.