Salinas de imon

Muy cerca de Sigüenza, nos encontramos con este fantástico lugar donde los reflejos y el tono rosado del agua salada, dibujan un paisaje espectacular. Este complejo salinero, inundado por las aguas del del Rio Salado, conoció tiempos mejores, cuando los romanos, Alfonso VI y hasta Carlos III, sacaron buen partido de sus aguas saladas. Hoy nos queda admirar el paisaje y las construcciones que completaban estas instalaciones ahora en desuso.

Existen varios alojamientos rurales en la zona además de estar cerca de Siguenza y Atienza y de uno de los tramos de la Ruta de Don Quijote

Camino de Siguenza nos encontramos con estas Salinas abandonadas, llenas de encanto.. Son ideales para visitarlas en un atardecer de otoño... No os lo perdáis... Además el pueblo ofrece todo un abanico de posibilidades en alojamientos rurales...