Práctico, bonito y con transfer gratuito
Debido a la famosa huelga de controladores del puente de diciembre de 2010, tuve que buscar un hotel cerca del aeropuerto de Barcelona porque me habían recolocado en un avión que salía a las 6 de la mañana. Fue una suerte encontrar este hotel, que además me pareció barato para todo lo que ofrece (creo recordar que fueron 50 euros por habitación doble).
La decoración me pareció sorprendente, ya que los hoteles "de aeropuerto" suelen ser muy impersonales y este estaba decorado en plan hotelito francés. El baño era grande y muy nuevo.
Pero, sin duda, lo que más me sorprendió gratamente fue el servicio de transfer, que es gratuito, tanto a la llegada como a la salida.