Un sitio encantador y una cena perfecta.
Cenamos el 5 de junio con mi pareja. El local es precioso y tiene una vista espectacular al pequeño puerto de Ciutadella tanto desde la terraza como desde el primer piso. Cenamos en el piso de arriba que es un espacio muy tranquilo. Como entrantes, unas tapas de mucha calidad, desde mejillones, chipironcitos, carpaccio de atun (espectacular), pescadito frito y posteriormente tomamos un segundo. El precio es razonable tanto por la calidad del pescado como por el servicio.
Repetiremos este verano, seguro!!