Ermita de san Baudelio de Berlanga

Algo extraordinario: La parte izquierda de la ermita fue construida para el culto de los cristiano y la parte derecha para el culto musulmás. Algo inaudito, teniendo en cuenta la secular animadversión entre ambas culturas en el medievo. Algo que nos muestra hasta donde puede ser posible la normal convivencia intercultural y que nos sirve de ejemplo en los tiempos actuales.

Como ocurre con casi todo lo excepcional, hasta no hace mucho tiempo ha servido como redil para guardar ganado, y sus excelentes pinturas murales, compradas por el anticuario León Levi, fueron vendidas por el marchante

Increíble lo que se encuentra dentro de una austera ermita que pasaría desapercibida para cualquiera desde el exterior. Una pena que esté tan expoliada y que falten la mayoría de las pinturas, pero estar dentro e imaginar cómo fue hace cientos de años es una sensación indescriptible. Un lugar único con una arquitectura única, pinturas únicas... Es una bombonera. Recomiendo leer cosas sobre ella antes de ir, para entender y disfrutar mejor de la estancia.

Este es un día denso pero con mucho rock and roll, lo que más ganas tenía de ver es la Iglesia de San Baudelio de Berlanga, para mí un “raro” mozárabe del siglo XI, bastante inclasificable, del que sólo hay ese ejemplar. La primera vez que contemplé una foto me impactó su única columna de la que salen arcos para aguantar la bóveda, de manera que el efecto es una palmera de un oasis en medio del desierto. Yo iría lanzado a por ese objetivo desde el inicio (está cerrada lunes y martes). Podríamos ir camino de Almazán N-111, y de ahí a Berlanga de Duero, para ir a San Baudelio. Después al castillo de Gormaz y a San Esteban de Gormaz para terminar en el Burgo de Osma.

Cerca de Berlanga de duero, dirección Arenillas, encontramos un desvío a mano derecha, indicando la proximidad de la ermita de San Baudelio. El sitio es realmente pequeño, apartado de la carretera, imagino que lugar de retiro ya centenario.

La sorpresa se produce al entrar en este pequeño lugar, donde los frescos policromados (o lo que quedan de ellos, porque fueron expoliados y llevados a museos neoyorquinos a primeros del siglo XX), la imponente columna central y los arcos de herradura le confieren un aire tan mágico como estremecedor.

Una auténtica joya, prácticamente desconocida,

Creerás que estás viendo la pequeña Alhambra en Castilla, un exterior sobrio esconde esta gran belleza.

Es una de las ermitas más bonitas que he visto, a pesar de que faltan algunas pinturas debido a que están en el museo del prado y en nueva york, son muy bonitas ya que no son como las que estamos a costumbrados a ver por españa (normalmente religiosas en iglesias). Además tiene en su interior una pequeña cueva en la que vivió un ermitaño a la que se puede acceder aunque hay que ir agachado por lo que no es recomendado para personas muy altas, pero hace que la visita sea muy amena para los niños ya que pueden acceder y no es nada peligrosa.