Trato estupendo
Lo primero de todo decir que los dueño Javier y Laura son un encanto, pendientes en todo momento que no falte de nada.
Y el hotel es perfecto para pasar un finde y desconectar de la ciudad. Por su ubicación es perfecto para hacer senderismo por los Picos de Europa. También tiene un restaurante con un menú a muy buen precio y muy abundante, que se agradece después de varias horas de caminata.
Os lo recomiendo a todos.