Rolando Garcia
Un atardecer improvisado
Últimos días de un viaje de muchas experiencias y sentimientos encontrados, de último momento quisimos dar una vuelta desde Panajachel a San Pedro pero ya no había lanchas para ese rumbo, nos dijeron que podíamos ir a un pequeño pueblito maya situado a unos cuantos minutos, era el siguiente de ese lado del lago Atitlan, decimos intentarlo siempre hay que probar cosas nuevas y parecía ser el destino de ese día, llegamos y se veía un pueblo muy sencillo sin muchas cosas grandes pero con un calor de pueblo y un paisaje que te dejaba con un muy buen sabor de boca, el atardecer en el lago fue lo mejor
Y captar esos momentos en los que los niños locales se divertían tan solo aventados piedras en el te hace pensar en las cosas sencillas de la vida, un lugar que no planeábamos visitar y resulto una muy buena experiencia.
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