Si bien está a tiro de piedra de la Catedral, por su ubicación tras el convento de La Encarnación hace que pase inadvertida por la mayoría de los turistas que disfrutan del Barrio Santa Cruz. El minimalismo del lugar y su tenue luz que cae literalmente del cielo le confieren al lugar un carácter especial. Un crucero protagoniza la plaza y se ve escoltado por varios naranjos. Tengo ganas de ver esta plaza de noche, pero eso será otro día.
Una de las plazuelas más bellas que he conocido, tiene el encanto de estar escondida en un callejón sin salida del emblemático barrio de Santa Cruz, en Sevilla. En ella se puede contemplar un crucifijo tallado en piedra muy antiguo, rodeado de naranjos y jazmines, y los únicos sonidos que se oyen en la plaza y sólo de vez en cuando, son los cantos de las monjas de clausura del Convento de Santa Marta, cuya fachada conforma la placita, y las campanas de La Giralda de Sevilla, que está justo delante de la plaza.
Esta zona de Santa Marta esta cerca del puerto y de la parte turística de la ciudad donde encuentras Hostels, restaurantes, Playas y lugares de entretenimiento para disfrutar la ciudad, acá te dejo una Guia para que conozcas Santa Marta + Free Tours>
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Un rincón debe ser un lugar pequeño, por eso diría que la Plaza de Santa Marta, pero por qué no algo más grande, como la Calle Verde, o la Glorieta de Becquer, o en el medio del Puente de Triana mirando a la Calle Betis, o la misma Calle Betis mirando al Puente de Triana o a la Giralda. Y por qué no algo mucho más Grande, como Sevilla entera.
Es una placita pequeña, recogida, acogedora y espléndida..merecedora de visita
