Yo como visitador llevo conmigo su imagen, su fantasma.
En el Santuario se encuentra la voz de los ancestros, en el se conmemora el advenimiento de su palabra, palabra del origen y palabra del porvenir. Un lenguaje que anuncia e indica lo futuro en la desnudez de la palabra primigenia. En él se concilian los elementos sagrados del mundo para asegurar la permanencia de la vida. Ya sea por el sacrificio o por la reproducción sexual de los seres, el Santuario es el espacio que abre las puertas al tiempo, es decir a la duración.
La supervivencia depende del vínculo potencial entre la sexualidad de los seres y la muerte. Como se sabe, el tiempo de reproducción de las luciérnagas es la etapa última de las mismas.