Catedral de Braga

La Catedral de Braga es de estilo románico y fue encargada por el obispo de Braga Pedro de Braga en 1070. En 1128 se inicia la construcción del edificio con cinco capillas en la cabecera, por iniciativa de Paio Mendes, dirigiendo los trabajos Nuno Paio.

La fachada fue construida por Jorge da Costa en los primeros años del siglo XVI y la concluyó Diogo de Sousa, quien mandó hacer las rejas que la cierran. La fachada tiene dos torres campanario.

El interior es de tres naves y con cubierta de madera. En 1688 el arzobispo Rodrigo de Moura Teles modificó todo el frontal barroco y mandó construir el cimborrio que ilumina el crucero. La capilla mayor, obra de Juan del Castillo, es del inicio del siglo XVI.

La Catedral de Braga está considerada uno de los templos más importantes del románico portugués y está declarada Monumento Nacional. Se encuentra en pleno casco histórico y peatonal, ocupando toda una manzana; se puede acceder por dos sitos: La entrada principal se encuentra en la Rúa Dom Paio Mendes, por la que se accede directamente a la iglesia, pero también se puede entrar por la calle posterior, atravesando las ruinas de la Capilla de San Geraldo, por donde se accede al Claustro y de ahí a la Iglesia o al Museo (Tesoro).

El impulsor de su construcción fue el obispo Pedro de Braga en el siglo XI. Inicialmente era un templo románico, aunque fue reformada en sucesivas ocasiones a lo largo de su existencia, por lo que presenta también elementos barrocos, manuelinos y barrocos. La entrada principal está precedida por un pórtico al que se le añadieron unas rejas de forja de estilo manuelino, y flanqueada por dos torres campanario de estilo barroco; esta fachada está decorada con esculturas y ménsulas. El exterior de la Capilla Mayor es de estilo gótico tardío, como se puede ver en los pináculos, gárgolas y crestería.