Lo que vamos dejando atrás
Una vez que hemos abandonado la zona del balneario de Azuaje, emprendemos, sin prisas, la subida del barranco. Tengo que recalcar, que gracias a la pericia y los consejos de Juan Manuel de Arawak, en ningún momento corremos peligro, aunque se trata de una ruta sencilla y que no entraña dificultad,pero necesita de un guía ya que las condiciones metereológicas como la lluvia o el viento pueden alterar los senderos de un día a otro.
Así que el ascenso, suave al principio, pero más empinado a medida que subimos, nos va enseñando multitud de pozas, pequeñas cascadas y manantiales que hacen que el Barranco de Azuaje, más que tal, merezca el nombre de río, ya que el caudal de agua es constante durante todo el año.
Hay un par de tramos que pudiendo parecer un poco difíciles no lo son, ya que las paredes se pueden pasar fácilmente con ayuda de las cuerdas colocadas para ello por los caminantes que han precedido nuestros pasos.
Varios signos de presencia humana rompen el encanto casi virgen de este segmento del barranco, aunque afortunadamente no son muchos, o son para bien del mismo, como la siembra de peralillos que hizo 'https://www.grancanariawalkingfestival.es/' para contrarrestar el impacto que tuvo el paso de los participantes por el área y que podemos ver en una de las fotos.
Seguimos subiendo, el barranco cambiando su nombre y en la última parte encontramos la zona del Barranco de Guadalupe, ascendiendo hacia las Casas de Matos y desde aquí al barrio de Las Canales, donde nuestra senda trascurre por un camino de cemento que nos lleva de nuevo hasta el caserío de Firgas, donde nuestro guÍa nos lleva a saciar nuestra curiosidad sobre el cultivo de los berros en estanques y un antiguo lavadero que aún ve pasar el agua por el canal.
Aunque no soy asiduo senderista, si que he hecho varias rutas de gran interés, y puedo decir que de todas ellas, la del Barranco de Azuaje es una de las más variadas, coloridas y cómodas.
Sin duda una jornada que encantará a caminantes de todas las edades, que nos acercará más a la naturaleza y que nos dará a conocer un rincón de la isla de Gran Canaria que pocos conocen.