Lo nuestro tiene delito: Ir a Galicia y...
Lo nuestro tiene delito: Ir a Galicia y comer en una sidrería asturiana! Jajaja. En realidad, acabamos comiendo en este restaurante por recomendación de una señora que, al vernos sacando fotos a todos los edificios modernistas de la Calle de la Magdalena, se paró a hablar con nosotras y nos lo recomendó. El restaurante se encuentra justamente enfrente del Mercado de la Magdalena, y aunque exteriormente no es muy fácilmente reconocible, el interior enseguida delata el tipo de comida que ofrece, pues está lleno de cajas de sidra por todas partes.
El local no es muy grande, está decorado en plan rústico, con una barra a todo lo largo a mano derecha, y frente a ella, una fila de mesas. Estaba a tope de gente, pero tuvimos suerte y pudimos acomodarnos en una de estas mesas; enseguida vino el camarero a traernos la carta, basada en raciones típicas asturianas, y a tomarnos nota de la comanda. éramos dos y pedimos tres raciones: Revuelto de oricios con grelos (exquisito), chopitos y escalopines al cabrales (la peor de las tres). Las raciones eran descomunales, incluso el camarero nos recomendó que pidiéramos medias raciones (cosa de agradecer), menos mal! Porque no pudimos acabar toda esa comida. Obviamos el postre, pasando directamente a los cafés, y por cortesía de la casa nos trajeron un platito con fresas naturales (otro punto a agradecer).
No recuero exactamente lo que pagamos, pero creo que fue en torno a los 20-22€ por persona, incluyendo una botella de vino, lo cual me pareció muy adecuado.
Un sitio muy recomendable, tanto por el excepcional trato, como por el precio, cantidad y calidad de la comida.