Un pueblo con encanto
Desde mi infancia Sintra es un lugar que siempre me ha encantado. La sierra de Sintra se sitúa sólo a unos 30 km al norte de Lisboa, pero debido a los vientos húmedos del mar que se condensan en la montaña, Sintra parece sacada de otro mundo con su ambiente húmedo y fresco, y la multitud de verdes que dominan el paisaje incluso en la estación estival. Así, desde hace siglos, reyes y nobles han construido allí sus Palacios y villas de recreo, confiriendo al conjunto un carácter casi de cuento de hadas.
Al entrar en la villa de Sintra y encontrar el ayuntamiento, que se parece al de Disneyland, debemos torcer a la izquierda. La carretera que es casi un mirador transcurre siguiendo las curvas de nivel de la ladera, con un valle escarpado y verde a nuestra derecha y el parque municipal a la izquierda. En la cima, entre moles de granito, se levanta el castillo de los moros, muy conocido por los seguidores de la serie Isabel como la residencia de los reyes de Portugal. Es aconsejable dejar el coche y continuar caminando, el viajero se puede refrescar en la Fuente de los Amores y a medida que avanza se avista el palacio municipal, entre verdes y hortensias, que se destaca por sus ventanas de estilo manuelino y la presencia de dos grandes chimeneas cónicas.
Como toda Villa turística el centro está repleto de restaurantes y tiendas de souvenirs que se extiendan por las empinadas calles peatonales. Ya a la salida de la Villa, el Hotel Lawrence's del siglo XVIII es uno de los hoteles más antiguos de Europa y cuenta la tradición que allí se alojó Lord Byron, enamorado de los encantos de Sintra.
Si seguimos caminando salimos de la villa y continuamos caminando por una carretera estrecha y umbría, donde todo es verde, hasta los muros que están cubiertos de musgo y helechos. Después de un pequeño trayecto se llega a la Quinta da Regaleira, que se extiende a izquierda del caminante y resulta una visita casi obligatoria por su fantástico parque y la multitud de símbolos y descubrimientos que nos depara la visita, un poco más adelante, a la derecha, está Seteais, un antiguo palacio real, hoy convertido en hotel de lujo.
Para conocer las otras maravillas de Sintra ya es aconsejable utilizar el coche y desplazarse al Palacio da Pena, o a Monserrat rodeados de parques impresionantes. Sin olvidar la serenidad mística del convento de los Capuchos.