Ruralita
Soberrón, placer rural
Ahora comprendo a Heidi! La experiencia de vivir en el monte, levantarse con los pajaritos, salir al prado y ver el ganado, y acostarse sin más farolas que las del cielo y sin otro ruido que el murmullo de los animales del bosque. La noche sobrecoge al principio, pero enseguida te envuelve la “ruralidad”.
Y no hace falta huir a los Alpes Suizos, basta con acercarse a Asturias. Yo estuve con mi familia en Soberrón, un término de Llanes a los pies de la sierra en el que se esparcen algunas casas distanciadas unas de otras. Entre ellas las vacas pastan sin descanso y los caballos salen al encuentro de los paseantes (será la novedad).
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