Kris por el mundo
Una grata sorpresa
Acudir a este restaurante al final de la calle Alcalá de Madrid no lo hubiéramos hecho si no fuera por estar invitados a comer en él. Y ha sido una grata sorpresa. Comida oriental de calidad, bien presentada y cocinada, con precio correcto. Los makis, sashimi o rollitos vietnamitas estaban muy sabrosos. El pollo tres sabores, perfecto. El arroz, en su punto. Es un local decorado con ciertos toques de buen gusto y con un personal muy amable.
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