Ni una ciudad sin playa en Australia
Brisbane está bañada por un fantástico y caudaloso río que serpentea por toda la ciudad, pero ciertamente no tiene playa propia...aunque tiene una a unos 50 kilómetros de la ciudad. Sin embargo, su ayuntamiento, no contento con esta distancia, ha creado una playa artificial a escasos metros del río Brisbane para disfrute de mayores y pequeños. Es curioso ver la arena de playa, los socorristas totalmente equipados y sobre todo los bañistas y gente tomando el sol, en mitad de un mar de asfalto, y frente al sorprendente skyline de la ciudad.
Nosotros no llegamos a bañarnos, pero la verdad es que tras el impacto inicial cuando uno se acostumbra, puede resultar hasta práctico tener un lugar en pleno centro donde ir a remojarse en los intensos días de calor que puede llegar a tener el estado de Queensland.