South Street Seaport

El mejor sitio en Manhattan para poder disfrutar de las vistas del Puente de Brooklyn es el South Street Seaport. Se trata de un pequeño puerto, también conocido como Pier 17 (embarcadero 17), en el que se encuentra un centro comercial y de ocio, con tiendas y, sobre todo, bares y restaurantes. Esto convierte al Pier 17 en uno de los lugares con mayor animación por la tarde-noche del sur de Manhattan.

En el Pier 17, además de disfrutar de los momentos de ocio (hay gran animación en los bares por la tarde, durante la hora del “happy hour”, con las pintas de cerveza a mitad de precio) y de las vistas del emblemático puente, también se pueden tener buenas vistas del barrio de Brooklyn.

Prácticamente a los pies del puente de Brooklyn, un poco más al sur en la orilla de Manhattan, “nace” de entre los rascacielos y grandes edificios de Wall Street, un pequeño barrio con apariencia de pescadores junto a un puertecito que parece sacado de una película. Como de la nada, apenas girando una esquina, desaparece el bullicio de las avenidas anchas, con sus coches y ruidos, y la gente corriendo de una lado a otro. Todo se tranquiliza y entramos en una zona de casitas bajas, como de película clásica, con carteles de antaño y pavimento de adoquines. Las calles son perfectas para desconectar y cambiar de aires. Además, son a cual más bonita.El contraste de los rascacielos con los pequeños edificios lo hacen aún más bonito. Justo al lado está el puerto de la calle South en el que hay un pequeño centro comercial. Aquí, cuando el día acompaña, es uno de los mejores sitios para tomarse algo en las terrazas de fuera viendo el puente de Brooklyn. Si por el contrario, hace frío, nada mejor que un chocolate caliente en la cafetería que está nada más entrar en el puerto. Bastante bueno. Desde aquí se puede ver la puesta de sol con la estatua de la libertad de fondo y los rascacielos a un lado.

El South Street Seaport, al sur de Manhattan, es el centro comercial que más me gusta de Manhattan, teniendo en cuenta que no me gustan nada los centros comerciales. El entorno es precioso, con los dos grandes barcos que se pueden visitar, las vistas , increíbles, ya que desde la terraza y sentado en una cómoda tumbona, puedes ver el puente de Brooklyn. La oferta gastronómica...Madre mía....Toda la planta superior que vas recorriendod elante de los puestos, mientras todos te ofrecen comida para que la pruebes y la cojas en su restaurante, ya que hay unas mesas comunes para todos; el caso es que como no tengas mucha hambre, en una vuelta te has llenado el estómago y sin pagar un dólar. Yo soy un fojo del pollo teriyaki, que allí hacen buenísimo, pero tienes tanta y tanta variedad donde elegir!!.