Starbucks-Belém

Luego de haber esperado y tomado el correspondiente transporte para llegar a Belém bajo un diluvio que podría decirse casi universal, me baje del ómnibus y atravesé corriendo la calzada para ingresar a este Starbucks que por fuera parece pequeño pero por dentro es realmente amplio y acogedor. Pedí mi tradicional café con leche con un par de tostadas y mantequilla, además de la consabida botella de agua mineral sin gas y me detuve a observar el agradable entorno, ubicada al lado de la ventana que dejaba ver los verdes y floridos árboles del parque de enfrente. Cómodos sillones y butacas, mesitas redondas con sillas y coloridos cuadros de modernos dibujos en sus paredes. La blanca escalera de madera que conduce a la planta alta dividida en coloridos espacios por zonas demarcadas en el suelo y donde se encuentran los servicios. Está también arreglada con muy buen gusto, aunque había poca gente dado el horrible y lluvioso día. Una mesa carrito brindaba autoservicio de servilletas, azúcar, edulcorantes y folletos turísticos de Lisboa y la zona de Belém. El costo de ese desayuno adicionado el IVA fue de 5.65€. La atención de personal fue muy correcta y servicial. Me comentaban cuando regresé al hotel que les sorprendía que hubiese habido tan poca gente dado que habitualmente el lugar está lleno especialmente extranjeros que visitan el país.

Está justo en El Centro de todo el casco céntrico.

Es una antigua casa restaurada. ¡Muy bonita por dentro!
Justo al lado se encuentra un local de color azul, es la tienda que tiene la receta original del famoso pastel de nata de Portugal. Si al llegar veis una cola enorme, no os preocupéis es la cola para los productos take away, dentro tiene hasta 5 salas para poder disfrutar de todos de sus pasteles. El de nata es imprescindible.