La joya de la corona, más antigua!
Sucre, bautizada desde tiempos remotos como la Villa de la Plata, pero también como la ciudad blanca y es que deslumbra esa es la verdad. Me gusto según nos fuimos aproximando por sus estrechas y empinadas calles, casas coloniales con vida intramuros, hay aquella colonia, cuanto influyo.
Ciudad con liderazgo, debido a ser considerada desde la etapa minera como la capital política, universitaria de Charcas, además de eclesiástica.
Lo que se tradujo en un gran progreso, iglesias tantas que no llegas a visitarlas todas, conventos con claustros donde recogerse, meditar tiene que ser fácil en semejantes lugares, templos y capillas ricamente ornamentados.
La Catedral Metropolitana, otra obra grandiosa, a pesar de que por dentro (de no ser domingo o coincidir con una boda) no esta abierta por la expoliación de piezas del interior. Construida en 1551, se finalizo un siglo después una mezcla de estilos renacentistas y barrocos.
Una ciudad con un sinfín de míticos edificios administrativos que evocan tiempos de esplendores pasados. Edificios religiosos de postín, universidades, museos, capillas, iglesias, casas salpicadas de escudos con alcurnia y dinteles floridos y como iban a faltar rejas con hierro forjado.
Llena de atractivos hay que perderse por sus calles, animo el esfuerzo nos sera compensado. Con las huellas, testimonio dejado en esta bonita ciudad.


