Eduardo Gómez de la Mata
Muy agradables y mucho fútbol
Fueron los únicos que nos daban de cenar a las 12 de la noche en los alrededores del hotel. Y, la verdad, fue un descubrimiento.
Pedimos dos bocadillos y los dos riquísimos: pepito de ternera y lomo queso. Los camareros y la responsable de la cocina, que tenía pinta de ser la dueña, son un encanto.
Dan desayunos desde las 6 de la mañana.
Se respira mucho fútbol. Camisetas firmadas, partidos en la tele,... y es que su ubicación frente a San Mamés se presta a ello.
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