Kris por el mundo
Un buen hotel en un enclave único
Llegar a este hotel no es tarea sencilla, pero una vez allí uno se alegra de haberlo elegido como alojamiento. Está en un pequeño pueblo y tiene pocas habitaciones, pero grandes y tranquilas. Nosotros tuvimos algo así como una suite, con un salón, cocina, baño, dormitorio y terraza, todo decorado con estilo,cómodo y tranquilo. La única pega es que durante nuestra estancia no hacía buen tiempo por la noche, demasiado frío, y el comedor es al aire libre, así que tocaba cenar en la habitación.
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