Taberna La Extremeña

El viernes comimos ahí por desgracia!!!..íbamos buscando un sitio con menú por la zona y cual fue nuestra mala suerte que decidimos entrar en el ANTRO DE EXTREMADURA!... el trato pésimo, los botellines calientes (sin tapa a 1,50€) y el menú (si lo ve Chicote les quema el local!!)...los primeros todos malos, gazpacho con tropezones y avinagrado, pimientos rellenos durísimos y recalentados, etc.....los segundos lamentables, un codillo súper salado y mal cocido, un filete de ternera duro, pasadísimo y de mala calidad (zapatilla incomible del mercadona¿?).... vamos, en definitiva EL PEOR SITIO DONDE HE COMIDO EN MADRID!!!!!....no se merecen que entre nadie, al quejarnos después de comer, me dijo el dueño (palabras textuales) - No haber entrado!, el Menú está puesto y si no te gusta no te lo pidas, llevo así 50 años y me da igual que la gente venga y que no repita, siempre entra alguien nuevo...... todo esto me lo iba diciendo, mientras la mujer iba entrometiéndose muy altiva y con muy mala educación........ lamentable imagen!!

El peor sitio en el que he comido en mi vida. Desgraciadamente se puso a llover y entramos en el primer sitio que encontramos por el barrio de la latina. ¡A qué mala hora! El trato fue horrible y la comida ya ni te cuento! Incluso me sirvieron la sopa con un par de pelos dentro y cuando se lo dije a la camarera encima me habló súper mal y me dijo que si no me gustaba que pagara ya y que me fuera, en fin. Ya para colmo cuando le digo que se tome nota del segundo plato porque tenía ya ganas de irme, coge y me dice que en el menú solo entra un primero más el postre, cuando en su carta no anunciaban eso sino que ponía que el menú eran 2 platos más postre y bebida.

Calamares, morcilla y bravas que pican de verdad. La Extremeña es uno de los sitios típicos de La Latina. En verano tiene terraza y si no en su salón puedes tomar tostas, raciones y comida típica. El trato es amable y las migas merecen la pena.

No sólo tardaron una barbaridad en servirnos y nos sirvieron una comida bastante mediocre tirando a mala. Pero lo más vergonzoso fue el trato discriminatorio y de superioridad del encargado hacia mi persona por ser mujer, hablándome a gritos mientras me señalaba con el dedo, cortándome mientras yo le contestaba. Para culminar su actuación este individuo se negó a darme la hoja de reclamaciones. Esta persona no solamente carece de todo tipo de edcuación y decencia, pero además estaba infringiendo la ley. Este lugar es totalmente desaconsejable.

Platos más que escasos, el cocinero sin gorro de cocina, el dueño no nos hizo ni caso cuando entramos para comer preguntándole si tenía sitio..., el pan más duro que el mármol (seguro que era de hacía una semana...).

Creo q había gente en el restaurante sólo por la zona donde está y no por su calidad de comida o de servicio. No volvería ni regalado!!!