Encanto, pizarra negra y mucha historia
Es uno de los pueblos del Valle que no te puedes perder. Me sorprende las pocas experiencias que encuentro sobre él, puesto que considero que es el más bonito y el que más encanto tiene de todos todos los del Valle.
Alberga dos joyas románicas que lo hacen ser conocido mundialmente: San Clemente de Tahul (nada más entrar al pueblo) y Santa María (en la parte alta, entre estrechas calles).
Una idea genial la de ir a dar un buen paseo después de la jornada de esquí.