Templo Che Kung en Hong Kong.
El Templo Che Kung se metió en mi lista de lugares favoritos en Hong Kong apenas puse un pie en él. Es uno de los monumentos más grandes y llenos de vida que vi en la ciudad, y un sitio donde uno se puede sentir parte de las tradiciones religiosas y la cultura en esta parte del mundo.
La entrada es ya de por sí imponente: un enorme edificio rojo recibe a los visitantes a través de una puerta circular. Desde fuera, decenas de turistas se hacen la clásica "selfie" frente al monumento -que innegablemente se ha convertido en un atractivo de la ciudad-.
En el patio intermedio, locales y extranjeros se unen en el ritual con incienso que es guiado por las autoridades del lugar: se piden varitas aromáticas y se encienden en un fuego comunal. Una vez ardiendo, los inciensos se ponen sobre la cabeza, para realizar una serie de inclinaciones y finalmente ser depositados en el altar central del templo.