El templo Zojoji está situado por ...
El templo Zojoji está situado por detrás de la Tokyo Tower, lo que hace que la vista desde el mismo sea muy pintoresca, sobre todo por la noche con las luces de la torre iluminando el tejado del templo que apenas se ve.
Durante el día veremos modernos taxistas que por unos 600 yenes nos llevarán desde la estación de Hamamatsucho o Daimon en bicis con batería y con capota, incluso nos darán una manta en el caso que el tiempo refresque. Se esforzarán por contarte cosas en inglés, aunque lo cierto es que los que me han tocado a mi sabían más bien poco. También te acercan hasta la Tokyo Tower si pagas un poco más.
También veremos una campana enorme que tiene el honor de ser una de las tres más grandes que existían en el periodo Edo y que todavía se sigue tocando dos veces al día y que cuentan que no sólo sirve para dar la hora, sino que se tañe para purificar las ciento ocho pasiones terrenales (ciento ocho!! Madre mía!!, ¿cuales serán? Yo me sé dos: El chocolate y las mujeres).
Y ya lo que más nos llamará la atención, lo que hará que nuestra visita al templo no nos deje indiferentes serán los cientos de pequeñas estatuas de Buda vestidas con ropas infantiles. Nos hará gracia, nos parecerá divertido porque parece algo tierno, curioso, pero su significado es mucho tan crudo que sobrecoge el corazón: Cada una de las estatuas allí presentes está puesta para proteger el alma de un niño muerto o no nacido antes que sus padres. Se dice que las estatuas Jizo, que es como se llaman, protegerán el alma en su camino hasta el paraíso.
Muchas de ellas tienen, además, molinillos de viento por lo que si pasáis en un día de viento, el sonido que producen al moverse os producirá una sensación extraña, como de inquietud... Aunque desconozco si es este su propósito.
Una historia triste para un lugar precioso al que recomiendo que os acerquéis el mismo día que vayáis a visitar la Tokyo Tower.