Terraza del Hotel de las Letras

Hay muchos sitios para tomarse una copita en Madrid, por supuesto. Y muchos de ellos, con encanto especial. Pero hay algunos que, por alguna razón, terminan destacando un poco más frente al resto.

Y este es uno de ellos, sin duda. Está situado en plena Gran Vía, así que de localización anda sobrada. Y arriba se está de lujo, la verdad. Es el lugar ideal para tomarse un gin tonic, ahora que están tan de moda, o, por qué no, dejarse aconsejar por el barista que ciertamente tiene un ojo de lo más acertado.

Si vas en verano, suele correr una brisita fantástica. Y, si no, siempre podrás aprovechar de las magníficas vistas que ofrece.

El sitio es bonito, buen ambiente y demás.

No me gustó nada la desatención del personal, pues tras esperar 30min a que nos trajesen 3 cervezas que nunca llegaron, nos fuimos sin cantarlas.

Puso la escusa de que justo tenían que cambiar el barril, acto que dura 3 minutos y que dudo que sea verdad cuando delante nuestro sirvió lo mismo mientras esperábamos.

Una pena que aún quede gente de cara al público con esa desgana en su trabajo.

Un oasis tranquilo en plena Gran Vía, buena música y perfecto para una noche romántica o charlar entre amigos.