El bosque de las hadas y algunos otros
En un lado del pueblo montañero y bastante turístico de Aberfoyle, tras pasar el puente medieval y lo que queda la vieja iglesia católica (pre-medieval), la misma carretera nos lleva unos senderos que cruzan el bosque de las hadas. Su nombre se basa en una vieja leyenda que resultó ser trucos sonoros de los locales para alejar a ladrones y delincuentes de la villa.
Este entramado de senderos, algunos circulares otros no, compone uno de los paseos más famosos y seguro en esta villa. Adecuado para todos los niveles y edades y con diversas áreas para hacer pic-nic, descansar o simplemente tomar la ruta más corta y volver al pueblo. Hay muchas opciones y todas están muy bien marcadas e indicadas. Incluyendo en algunos tramos una ruta alternativa para hacer en bicicleta.
Posiblemente, la parte más vistosa de este paseo entre árbole sea cuando nos acercamos a la rivera del famoso río Forth, uno de los más importantes del país que a esta altura es precioso, seguro y controlado. Hay que tener en cuenta que el final de este río está en Edimburgo y su estuarío es brutal.
Esta zona, está muy adecuada para hacer pic-nic mientras los niños juegan en las inmediaciones del río, con mesas, lugares para barbacoas, praderas y demás. A pocos metros tenemos un camping, en donde podemos comprar cosas.
Un espacio natural muy bonito y amplio que resulta perfecto para hacer una excursión de un día o si estamos por el pueblo y queremos dar un paseo corto, también resulta una muy buena opción.


