Construida por un noble de Pamplona
La robusta torre de San Julián es un pequeño edificio utilizado en el siglo XVII para vigilar la costa maltesa. Se trata de una construcción levantada en el año 1658 por Martín de Redin y Cruzat, un pamplonés que llegó a ser Gran Maestro de la Soberana Orden de Malta (si, la de los caballeros de San Juan). De hecho, esta torre es una de las trece costeadas por el bolsillo del navarro al llegar al cargo con el objetivo de garantizar la defensa de la zona.
Este y los otros doce edificios financiados por Redín y Cruzat son estructuras cuadriláteras de dos plantas. Todas fueron cuidadosamente colocadas: desde cada una de ellas se veía la siguiente de forma que, en caso de ataque enemigo, una cadena de señales pusieran en alerta a toda la línea defensiva en pocos minutos. La señal fue de humo durante el día, de hoguera en la noche.