Gloriosas moles
Como creo que nos pase a todos, tenemos en nuestra cabeza los distintos países y lugares en los que hemos estado entre otras cosas por el estilo de sus elementos arquitectónicos. En muchos lugares este estilo es delicado y sutil, pero en otros, como sucede en muchos países europeos, es gigantesco y rotundo. En Gante, una parada obligatoria en cualquier ruta por la preciosa Bélgica ç8sobre todo de camino a la espectacular Brujas) podemos degustar una de estas raciones de "gigantismo" arquitectónico. Incluso, desde Sint-Michielshelling, se puede tener una visión de varias de las más famosas torres góticas de la ciudad como si estuvieran en fila india.