Cibreo Trattoria

Fué toda una experiencia cenar en la Trattoria Cibreo (cuidado, no confundir con el Café Cibréo que está al lado y es el triple de caro). En la trattoria no se puede reservar mesa y es bastante pequeño. Llegas, preguntas, y según les pille, normalmente terminas compartiendo mesa con otra gente que no conoces de nada. Forma parte del encanto del lugar. ;) En nuestro caso, acabamos cenando con una pareja muy divertida e interesante: antropólogos checos que no hablaban ni inglés, ni italiano.... ¿Os imagináis el diálogo? :P
Por mucho que te empeñes en leer y entender la carta, no te esfuerces.

Después de 2 horas esperando....... Al final cenamos comida típica florentina a un precio reducido. 2 pax 52€ con 1 primero y 2 segundos contundentes y vino, agua.
Recomendable sin turistas y cerca de la zona de marcha.

Como bien indica el cartel de la foto (a la derecha en la pared), este rincón se hizo famoso por un padre que pedía dinero para los pobres. Ahora otro padres sigue pidiendo limosna para los pobres.