I Raddi

La Trattoria Moderna I Raddi es uno de los mejores restaurantes en los que tuve la ocasión de comer durante el periodo en que viví en Firenze (Florencia, Italia). Y, además de por sus excelentes platos y su inmejorable servicio, le guardo un gran cariño porque lo descubrí de casualidad, casi sin quererlo. Creo, sin miedo a equivocarme demasiado, que a todos nos pasa que los lugares inesperados, fuera de guión o de ruta, son los que acaban por perdurar en un lugar preferente de nuestra memoria.

La situación fue la siguiente: Después de un largo día mostrando la ciudad a mis padres, que estaban de visita, quise sorprenderles con una cena en un restaurante de cocina toscana que me habían recomendado unos amigos florentinos. Por suerte (o por desgracia, eso nunca se sabe), nunca llegamos al mencionado restaurante y acabamos por encontrar "I Raddi". Se encuentra en una callejuela semi-oculta (Via Dell'Ardiglione), a la que sólo se puede acceder desde Vía de'Serragli, con extremos en el Ponte alla Carrara (río Arno) y la entrada posterior a los Jardines dei Bobboli (junto al Palazzo Pitti).

En nuestra visita a Florencia llevábamos la guía de minube descargada en el iPad y a la hora de comer qué mejor que dejarnos recomendar por alguna de las experiencias que allí vienen sobre dónde comer. Al final, por las circunstancias de la ruta emprendida, el que mejor nos pillaba era este: Trattoria l'raddi.

Al llegar había gente en la calle esperando su turno y nosotros encima llevábamos bastante prisa, pero aún así entramos y nos dijeron que en máx. 20 minutos estaríamos comiendo; así que nos apuntamos... Buena decisión. Tras esperar un rato decidimos emprender la marcha, pero entonces salió a buscarnos la valiosa chica que atiende la barra y a la gente que entra. Ya nos tocaba! Pero teníamos apenas 15 minutos para comer porque perdíamos el autobús y entonces dudamos si merecía la pena. Ella nos aseguró que eran rápidos y la creímos. Lo mejor que hicimos. Pedimos unos crostini para compartir (2 personas), unos tagliatelle, un roast beef con patatas, pan y medio litro de vino. Todo estaba muy rico (el vino de mesa) y, tal y como nos aseguraron, en 15 minutos estábamos servidos y casi comidos. Pero lo mejor estaba aún por llegar. Al levantarnos a pagar en barra, resultó que eran 10€ en total! (en el menú de mediodía cada plato cuesta 2€ y encima está rico. Puede parecer una broma pero no)