Una travesia de apenas treinta minutos
Llevábamos cerca de 340 kilómetros por la A-6 desde que salimos de Tromsø y después de parar para comer y descansar un poco cerca de Narvik, nos dirigimos a Skarberget en el fiordo de Tysfjorden para embarcar en un pequeño ferry que nos llevase hasta Bognes y de allí a Bodo para hacer noche.
La carretera en estos lares era sumamente estrecha aunque bien asfaltada y de continuas curvas. Para colmo de males, unos cuantos kilómetros antes de llegar al punto de embarque nos topamos con un coche con caravana que aún comprendiendo la situación que se le podía dar, su lentitud era desesperante. Tan desesperante resultó, que llegamos tarde al ferry por apenas tres o cuatro minutos, lo cual nos pasó una factura de hora y media de espera hasta el próximo.