La colina de la Tres Cruces, es uno de los puntos mas altos de Vilna, desde aquí se puede ver toda la ciudad.
Fue diseñado por un austriaco-polaco en 1916, unos años después, en 1950, fue demolido por orden de la unión sociética.
No fue hasta 1989 que se volvió a eregir.
Subir y contemplar la ciudad, la tranquilidad que transmite y relajarse un poco, este sitio, es un sitio perfecto para descansar.
En lo alto de la colina de las Tres Cruces se alza el monumento que da nombre al lugar. Llevan allí desde el s. XVll en memoria de tres monjes crucificados en ese emplazamiento. Los restos que hay en la zona pertenecen al monumento original que los soviéticos derribaron tras al ll Guerra Mundial, pero siguiendo la costumbre lituana de reconstruir lo perdido en esa época las cruces se volvieron a levantar como recuerdo a la represión sufrida.
La primera vez que se construyó fue en 1916 y eran de madera. Los soviéticos al llegar a la ciudad lo destruyeron pero lo volvieron a construir en la misma colina.
Para poder ir hay que subir una cuesta y esta muy empinado con una escaleras bastante rotas de madera.
Cuando llegas allí se ve toda la ciudad. Hay unos bancos donde te puedes sentar.
