Península de Troia

Estábamos en Setúbal. Queríamos una playa de arena blanca, y aquí la encontramos. Para acceder a Troia si vas en coche hay dos opciones (Ferri, o bordear la costa), nosotros escogimos dejar el coche al lado del puerto de Setúbal y coger el catamarán que es para pasajeros a pie. También existe la opción de coger el Ferri con el coche. El precio fue 6.50 € ida y vuelta, nos dijeron que si teníamos una tarjetita verde que por lo visto se puede recargar, así que si conseguís una, probablemente el precio sea un poco más barato. Los catamaranes salen cada hora, hasta tarde, así que no hay problema de vuelta.

Una interminable lengua de arenas finas bordeada de increíbles dunas y pinos. La península de Tróia es un lugar paradisíaco, embaucador, vírgen.

Por un lado contemplamos la inmensidad del Oceáno Atlántico y por el otro la desembocadura del río Sado con la Sierra da Arrábida y Setubal de fondo.

Bellísimo rincón de Portugal. Prácticamente no encuentras chiringitos, ni hoteles, sólo un complejo hotelero pero que no molesta en el paisaje. Decidimos visitarla tomando el ferry que sale del puerto de Setubal y que ya en sí es toda una aventura. Una vez allí nos dedicamos a caminar y

En Setúbal hay un ferry que une la ciudad con la península de Troia, así que pasamos por allí vimos que salía uno y ni cortos ni perezosos, de forma totalmente improvisada nos subimos al ferry.

El trayecto en el ferry no es demasido largo y se hace bastante ameno porque estas entretenido observando el paisaje. Cuando por fin llegamos al destino, vimos una primera playa donde había bastante gente y no nos gustó demasiado, así que preferimos seguir a la gente que venía en el ferry, e iban como en romeria siguiendo un rumbo fijo..., atravesamos una urbanización de bloques gigantescos de apartamentos, que obstruía las preciosas vistas, después aparecieron las dunas, protegidas por pasarelas de madera que conducían directamente a la playa, que por fin alcanzamos tras 20 minutos de caminata, menos mal que íbamos ligeros de equipaje,

La playa es inmensa, kilométrica, de arena dorada, de hecho es el arenal más extenso de Europa... Y agua tan transparente que te ves hasta los dedos de los pies, pero bastante fría... Aunque menos que en otras zonas de Portugal, el enclave es precioso, aún lado el río Sado, al otro del Atlántico y al fondo la Sierra de Arrábida.

Una playa en contacto directo con el bosque y enormes dunas lo podemos encontrar en la península de Troia. Para ello lo mejor es coger el catamaran desde Setubal, por 2€, y hacer un recorrido de media hora por mar. Además encontraremos comodidades porque vamos a un resort de vacaciones.