Madera y tiempo
La llamada Domkirke es una catedral luterana, pero no una más, es una de las iglesias de madera más grandes del país, aunque no está entre las más antiguas, ya que data de 1861.
Eso sí, es realmente hermosa y parece mucho más pequeña por fuera de lo que realmente es, ya que en su interior caben nada menos que 618 personas.
Y por supuesto, también tiene su pequeña historia. Volvamos atrás en el tiempo y veremos como la zona estaba completamente diferente a como es ahora.
El terreno donde se levanta hoy la catedral, el centro de Kikeparken, estaba ocupado por un cementerio que permaneció intocable desde la Edad Media hasta la primera década de 1.800, cuando se decidió dar un giro a la arquitectura de la ciudad por razones prácticas y estéticas.
De esas cientos de tumbas pueden verse aún algunas de personajes eminentes de la historia de la ciudad, que se dejaron en su sitio para que tuvieran su pedazo de gloria en la historia de Tromsø.
Posteriormente, y durante el último año de la Segunda Guerra Mundial, sirvió de refugio a los evacuados de Troms y el norte de Finmmark (una provincia de Noruega).
Así que aunque todos piensan que la catedral de Tromsø es la Ártica, la auténtica estrella religiosa e histórica de la ciudad es esta coqueta y renovada joya que se encuentra en el corazón de la ciudad.


