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La joya turística
El tubbing es la joya turística de Vang Vieng. Todos los aventureros que se acercan hasta esta ciudad llegan con la idea de realizar este curioso "deporte". Se trata de recorrer en una especie de "donut" gigante, similar a un neumático, tres kilómetros del río Nam Song.
Dicho así parece una actividad que se puede realizar en una hora, pero normalmente, suele ocupar toda una mañana e incluso todo el día por varios motivos.
Cuesta llegar a la meta bastante más de lo que parece porque hay muchos tramos en los que las corrientes del río desaparecen y, como no hay remos ni nada para empujar, hay que esperar a que las aguas nos transporten lentamente hasta el final.
Además, desde hace ya unos años, se han creado en las orillas del río numerosos bares, discotecas e incluso "parques acuáticos" para que los practicantes del tubbing se diviertan todo el tiempo, así que lo más habitual es que la gente coja el neumático a primera hora de la mañana y llegue después de que se haya puesto el sol, por la noche.
Es una experiencia divertidísima en la que además se conoce a mucha gente y se pasan momentos muy entretenidos y únicos, aunque eso sí, hay que tener en cuenta varias cosas.
La primera es que hay que tener un poco de cuidado, porque muchos turistas "aparcar" el neumático en un bar y cuando quieren volver a recorrer el río no se tienen en pie de la borrachera que llevan. Esto puede llegar a ser peligroso.
Otra precaución que debemos tomar es la de no abandonar el neumático nunca, ya que si no lo entregamos a la empresa al llegar se van a quedar con la fianza que hay que dejar, que no recuerdo exactamente, pero no era precisamente barata. Además, hay niños que se acercan hasta los turistas y les ofrecen entregar ellos los neumáticos. No lo hagáis porque os sucederá lo mismo, os quedaréis sin fianza en un abrir y cerrar de ojos.
¡Ah! Cuando alquilas el neumático, también puedes alquilar unas bolsas para poder llevar los enseres sin que se mojen. Normamente funcionan muy bien, pero no sería la primera vez que a alguien se le mojan todas las cosas, cámara de fotos incluída, por fiarse demasiado de estas bolsas.
Es una experiencia divertidísima en la que además se conoce a mucha gente y se pasan momentos muy entretenidos y únicos, aunque eso sí, hay que tener en cuenta varias cosas.
La primera es que hay que tener un poco de cuidado, porque muchos turistas "aparcar" el neumático en un bar y cuando quieren volver a recorrer el río no se tienen en pie de la borrachera que llevan. Esto puede llegar a ser peligroso.
Otra precaución que debemos tomar es la de no abandonar el neumático nunca, ya que si no lo entregamos a la empresa al llegar se van a quedar con la fianza que hay que dejar, que no recuerdo exactamente, pero no era precisamente barata. Además, hay niños que se acercan hasta los turistas y les ofrecen entregar ellos los neumáticos. No lo hagáis porque os sucederá lo mismo, os quedaréis sin fianza en un abrir y cerrar de ojos.
¡Ah! Cuando alquilas el neumático, también puedes alquilar unas bolsas para poder llevar los enseres sin que se mojen. Normamente funcionan muy bien, pero no sería la primera vez que a alguien se le mojan todas las cosas, cámara de fotos incluída, por fiarse demasiado de estas bolsas.
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