Al final de la céntrica calle de George ...
Al final de la céntrica calle de George IV Bridge, al pasar la biblioteca nacional y tras la famosa estatua del perro Greyfriars Bobby, se encuentra la tumba del mismo, como ejemplo de amistad y devoción, en el Edimburgo Victoriano, en donde antaño se encontraba la orden conocida como Greyfriars.
Uno de los puntos de visita en los tours a pie por el centro histórico de Edinburgo, donde se cuenta como este Skye Terrier estuvo vigilando y cuidando la tumba de su amo durante 14 años de los 16 que vivió. De hecho este perro ha inspirado en Escocia tanto libros como películas. De hecho hay una película reciente (por Richard Gere) que en Escocia creen está basada en esta historia ("Hachi a dog's tale").
Es fácil pasar por la estuatrua-fuente construida mucho después e ignorar la tumba del héroe de esta historia, un pequeño perro escocés, cuya tumba está a pocos metros detrás de su monumento, en una calle junto al lado del pub que lleva su mismo nombre.
Que por cierto para los gaditanos no es una historia tan lejana, pues bien famosa fue la historia de Canelo, el pero que durante más de 10 años iba del hospital al cementerio, esperando a un dueño que jamás volvió a por él.


