Sorprendente
Fue todo un descubrimiento en Begur. Ya habíamos leído muy buenos comentarios de este restaurante y la verdad es que nos llevamos una muy agradable sorpresa. El local es sencillo pero acogedor. Nosotros comimos en unas mesitas elevadas que hay junto a la barra y estuvimos muy bien. Quizás la música demasiado alta. La carta no parece e tener pretensiones pero la comida es magnífica, excelentes materias primas y adecuado punto de cocción, así como curiosas texturas. Los postres ya son de traca. Y el servicio hace que te sientas a gusto. Un sitio para repetir e imprescindible si vas a Begur.