La ciudad que hierve
Ya sabían los romanos, tan puestos ellos en eso de tomar baños de aguas termales y cuidar su cuerpo y mente mediante los calores que salían de la tierra, que este lugar sería ideal para fundar una ciudad, que aparte de su valor estratégico sumara una actividad geotérmica potente y aprovechable como fuente saludable de bienestar.
Por eso, desde el siglo I antes de Cristo decidieron establecer aquí sus reales, en su caso sus repúblicas y levantar un pequeño asentamiento en forma de cruz al que dotaron de murallas, termas, mercado y lo convirtieron en centro de salud para toda la región hoy denominada " del Vallés".